"El próximo año será mejor, ya lo verás. Planes y sueños a realizar. Planes y sueños nada más. Algunas personas partirán, otras llegarán. Mientras yo me refugiaré en esa cosa inútil e improductiva, esa cosa llamada Filosofía. Esa cosa que te aparta de todo y de todos. De las costumbres, de las creencias, de lo terrenal. Y es que el llamado "filósofo" se siente extraño en este mundo de ilusión."
::Libro de los naufragios:
"Quítate que me tapas el sol" con esa máxima responde Diógenes al poderoso emperador Alejandro Magno a su ofrecimiento de riquezas y bienestar. Pero no solo le responde a él, si no también a nosotros mismos. Es un reclamo al ego del hombre, a la necesidad de reconocimiento, de poder , de posesión y falta de amor propio.
Diógenes ("el perro") un ser que no tiene más que su propio ser. Una persona que no quiere ser como las demás personas, que no sigue las convenciones sociales de moral y buenas costumbres (aunque parezca pleonasmo). Un tipo raro en un mundo aun mas raro. Un mundo donde lo que creemos correcto es lo incorrecto, lo que creemos como bueno no lo es tanto, donde la ley del más fuerte sigue en pie. Solo que se sustituye la fuerza por la riqueza. Tener es importante, acumular es lo esencial, poseer es la meta, y sobresalir es el fin.
El ideario del hombre moderno (y común): comprar el mayor número de objetos, hacer el mayor número de viajes, y copular el mayor número de veces.
Con este ideario no es sorpresa que los hombres más viles, ruines y mezquinos nos gobiernen. No hay lugar para la razón, para el trabajo colaborativo, para la hermandad, para la trascendencia del ser, para alimentar los valores y principios éticos. No hay cabida para la Ética ni la Filosofía. Esas "cosas" no sirven para el hombre común y moderno. ¿Por qué no sirven? Porque no son "productivas", porque no sirven para obtener lo que el hombre común quiere.
El hombre moderno, un hombre víctima de si mismo; de sus anhelos, deseos y frustraciones; de su necesidad de pertenecer más no de ser; de su apego a lo material mas que de su integridad;de su apetito a lo mundano; de su falta de empatía y deshumanización.
El año que entra será igual que el año anterior. Las cosas cambiarán cuando uno quiera que cambien. No hace falta una fecha especial. No hace falta que alguien más nos diga que cambia o no cambia. La trascendencia va más allá del deseo terrenal y mundano. El borrego seguirá siendo borrego,el pastor seguirá siendo pastor. El lobo se comerá a ambos. Solo la oveja negra se salvará.
Esa oveja negra deambulara solo en el mundo terrenal como un loco que acaba de salir de la alienación. Que ve el mundo como es realmente y en el que todos prefieren ocultarlo en un velo de ilusión.
Platón tenia mucha razón. El hombre común prefiere vivir entre sombras a salir de la caverna y ver las cosas por si mismo. ¿Para qué? si tiene la verdad que otros más le venden como verdad. El año entra será igual que el anterior. El año que se va fue igual que su antecesor. El hombre común seguirá siendo común. Creerá las mismas mentiras de siempre. Insultará, ofenderá y calumniará a quienes no piensan como él. Se creerá el dueño de la verdad absoluta. Una idea nueva que rompa sus paradigmas y dogma debe ser detenida a toda costa; incluso aunque sea mas sensata que su propia fe.
Bienvenido al nuevo año que inicia. Al año nuevo que es igual que los anteriores. Solo es el número el que cambia. Depende de cada quien cambiar ... cambiar para bien de uno mismo.
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