¿Será que mi existencia tan solo es una ilusión?, ¿una ilusión pasajera que algún día terminará para dar paso a otra vida, a otras experiencias?... ¿o es qué es tan cruel "El Destino" en atormentarnos con la eterna duda de una vida después de esta vida?
::El Libro de los naufragios::
Gente viene, gente se va. El plano existencial en el que habitamos es como una esfera con niveles cada vez más profundos y más recónditos. Experimentamos situaciones y momentos que ponen a prueba lo que somos o creemos ser. Somos emociones encontrándose con otras emociones. El hombre dual encontrándose con su igual y opuesto.
Soren Kierkegaard ("el padre" del Existencialismo) consideraba que la soledad del individuo es trágica; el hombre debe hallar sentido a la existencia. A su existencia. El hombre es lo que es por sus decisiones, de la angustia que provoca su libre albedrío. Imaginemos a un hombre que se encuentra en la pendiente de un precipicio, el temor que le provoca el arrojarse (o no) a el. Y es que el hombre siempre se encuentra sometido a sus prejuicios, a sus razones, a sus acciones. Lo que haga o deje de hacer le afectará. Al igual que Sísifo nos vemos sometidos a repetir un ciclo. Un ciclo que parece ser eterno e infructuoso. Sin embargo, ese ciclo es nuestro ciclo. Seguimos en el camino de este mundo terrenal tratando de sobreponernos a los límites que nos ponen y que nos ponemos. Somos esclavos puesto que nosotros mismos así lo consideramos. Reyes y emperadores si así lo queremos. Nuestra existencia es una contradicción.
Para los filósofos plantear preguntas es importante. De ellas obtenemos las respuestas a lo que nos angustia, preocupa o nos causa admiración. Bertrand Russell consideraba que la Filosofía se forma con las preguntas a las que difícilmente les podemos hallar una respuesta. Y es que las respuestas no siempre nos causarán buena impresión. No siempre lo que brilla es oro.
Para el pensamiento occidental el Hombre es el centro de todo el Universo. Es por eso que su existencia (y su muerte) es tan importante. Y más aun el sentido del vacío existencial: ¿Por qué existo?, ¿para qué vine a este mundo?, ....
Preguntas que se formularán en la caverna de la melancolía, en el desierto de la soledad y que estarán como veladores de nuestros sueños. Encontraremos las mil y un soluciones al mundo actual y otras más nuestra propia existencia en nuestras reflexiones nocturnas.
Se puede considerar el vacío existencial como una fuente de inspiración o una simple excusa para los más débiles de mente para sentir pena de si mismo. El vacío existencial puede servirnos para mostrar nuestra mejor cara al mundo que no toco vivir.
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