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Creer o no creer, he ahí el dilema



Que las abejas vuelan sin tener la capacidad para ello.
Que solo usamos el 10% de nuestra capacidad cerebral.
Que el hombre ya ha pisado la luna.
Que el gobierno gringo ha ocultado tecnología extraterrestre durante décadas.
Que los nazis no eran tan malos después de todo.
Que las vacunas causan autismo en los niños.
...

Y un largo etcétera más por recorrer. Las benditas mentiras que se venden vestidas de verdad. Las verdades a medias que se nos permite conocer.

Si conociéramos la verdad de todo aquello que sentamos como una realidad, ¿A dónde iría a parar nuestras creencias y convicciones? ¿A dónde tendríamos que acudir para presentar una queja formal por todos los años creyendo lo que no es e ignorando lo que en verdad es?  ¿Por qué la masa prefiere mantener creencias erróneas en lugar de aceptar lo que niega a ver? ...

Con Descartes se abrió una brecha para que el conocimiento que se tenía como verdad absoluta se pusiera en duda. Antes que él muchos otros ya lo habían intentado pero pagaron el precio con la deshonra, la calumnia y la muerte.  Hombres y mujeres que se preguntaron y dudaron de todo aquello que les decían y afirmaban era verdad. Testimonios puestos a prueba de razón. Creencias convenientes a unos cuantos que afectaban a los demás.

¿Alguna vez se han preguntado si la ciencia miente o está equivocada ... o simplemente no puede explicar todo lo que pretende estudiar? ¿Si hay huecos en lo que vemos en los libros de texto y divulgación científica y cultural? ¿Alguna vez han dudado de las creencias y nociones que tiene sus profesores, padres y sociedad en general?

Nuestras creencias conforman nuestros valores y la moral de nuestra sociedad. La diferencia radica en que nuestras creencias tienen origen en nuestras vivencias y experiencias personales (aunque se presente el pleonasmo). La moral es lo convenientemente aceptado por la mayoría de una comunidad.  Lo correcto puede ser lo incorrecto (y viceversa) según la perspectiva y conveniencia de una sociedad. Matar, robar y/o violar puede estar tolerado en algún lugar y penado en otro. El matrimonio entre dos personas del mismo sexo puede ser castigado en un país y en otro esta legalizado. Entre muchos ejemplos más. La moral muchas veces no tiene nada que ver con lo bueno ni lo malo sino con lo comúnmente consentido y tolerado. Es por esta razón que la Ética y la moral muchas veces se ven confrontadas. Por un lado, hacer juicios morales sobre actos humanos que parecen inhumanos y malvados. Y por el otro, actuar de igual manera como los demás actúan sin importar si es bueno o malo.

Las creencias nos dicen que es lo verdadero y lo correcto aunque no todos tengan las misma opinión. Tu verdad no siempre será la verdad de los demás. Lo que crees correcto puede que a otros les parezca incorrecto. Si un hombre cree que Dios existe, considerara a los que no creen como lo malos del cuento. Si un hombre cree que Dios no existe, tendrá la idea de que los creyentes son unos idiotas. Así es el mundo de las creencias: Si no crees en lo que yo creo, eres el villano a derrocar.

¿Pero por qué creemos en lo que creemos? 
La mente humana es, hablando figuradamente, una especie de esponga que va absorbiendo lo que captan sus sentidos (oído, olfato, vista, gusto y tacto).  Acepta lo que aceptan los demás. A veces por conveniencia. Otras más por sumisión y sometimiento. Si la gente cree que una corcho lata de refresco es un Dios tendrá el dilema entre creer o no creer esa idea. Aunque como vemos en la sociedad moderna, las creencias de la mayoría se impondrán a las de unos cuantos.

Algunas de las creencias más habituales son estas:

Núcleo familiar:
Llegar a una edad en la cual es necesario formar una familia propia, tener esposa e hijos que mantener y cuidar.
Si no te casas antes que tus hermanos quedaras soltero(a). 
Cuidar a nuestros padres cuando estos envejezcan.
Tener una casa para albergar a nuestros seres queridos o independizarse de ellos.


Núcleo social y laboral:
Tener muchas amistades e ir a fiestas o eventos sociales.
Subir escalafones para no quedarse atrás.
Ganar más dinero que los demás.
Ser el más reconocido y más envidiado/admirado.
Tener es importante, el que no tiene no es nadie.


Núcleo educativo:
Tener un título que certifique que eres todo un profesional.
Eres todo un médico, ingeniero, abogado ... porque saliste de la universidad.
El que no tiene estudios es un don nadie.
Las calificaciones demuestran tu inteligencia y capacidad.



Núcleo cultural y religioso:
Si no crees en nuestro Dios entonces irás al infierno.
Si no tienes religión eres un pecador.
Si tu Dios es distinto al mio el tuyo es el malo.
Tu manera de vestir debe ser conforme a lo establecido: falda para damas y pantalón para caballeros.
Los hombres se casan con mujeres.


Bertrand Russell expone en una entrevista sus argumentos por los cuales no se considera ni quiere ser un cristiano.  Cree que lo que comúnmente se llama correcto y verdadero es en realidad conveniente para algunos. Aunque de verdad y correcto no tenga nada. Considera que las razones por las cuales hay que creer en un dios no son válidas, pues son creencias que benefician a unas cuantas instituciones. Y estas instituciones no pretenden buscar la verdad sino lo útil y beneficioso para mantenerse en pie.

La sociedad se escandaliza por los tabúes, aquello de lo que existe pero nadie quiere aceptar ni mucho menos hablar.  Considera pecaminoso la pornografía pero la usa, considera la esclavitud como inhumano pero es consiente de su existencia y no hace nada.  Sabe que los sacerdotes abusan de niños pero prefiere voltear a otro lado.

Una persona puede creer que tiene la verdad bajo su hombro pero ignora que miles y miles de personas piensan lo mismo.

Mis creencias es lo que define mis acciones y convicciones, lo que considero soy y hago. Sin embargo, si la verdad que creo que es correcta en realidad no lo es, ¿Quién soy?, ¿Qué se en realidad?, ¿Qué debo hacer?.


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