La vanidad tan solo es esa voz que te dice que no estas a gusto contigo mismo, te ínsita a alardear de lo que no eres ni tienes, es un grito desesperado por sentirte apreciado en un mundo en el que cada uno se cree mejor que él y aquel.
¿Qué nos hace pensar qué somos mejores que los demás?, ¿Acaso será que nuestras habilidades, conocimientos o recursos económicos nos definen como personas?, ¿Será que el hombre es un ser arrogante y engreído por naturaleza o es producto de su relación con el entorno social en el que se desarrolla?
Hay muchas preguntas por hacer y más por contestar.
En un mundo imperfecto habrá gente imperfecta, pero es esa peculiaridad la que nos hace esforzarnos por llegar a la perfección. Gente que se levanta cada día por cumplir sus metas y objetivos. Y otro tipo de gente que se queja de su situación, pero no hace nada por remediarla. A este tipo de gente le es difícil enfrentar la realidad en la que vive. Y con la llegada del Internet es peor.
Ahora los jóvenes (y no tan jóvenes) pueden acceder a todo tipo de publicaciones desde redes sociales como Facebook o Twiter (principalmente), antes no teníamos idea de quien era Paris Hilton o Kim "la de los glúteos enormes" Kardashian (ambas famosas por sus vídeos sexuales). El problema no es lo que hacen esas "artistas" o celebridades sino que se quiere imitar lo que ellas hacen.
Hombres y mujeres de todas las edades enseñando los calzones (y otras cosas más) en sus perfiles, su selfies en los baños, y tratando de simular una vida que no tienen y que muchas veces no pueden llegar a tener. Ignoran que esas "artistas" cuentan con mucho dinero y que es tanta su vanidad, falta de amor propio y baja autoestima que hacen lo que sea por llamar la atención y ser famosas. Muchas celebridades se someten a cirugías estéticas para "corregir ciertos detalles que no les agradan mucho". Actores como Brad Pitt, Tom Cruise, futbolistas como Cristiano Ronaldo, cantantes como Michael Jackson, Madonna son claros ejemplos de la insatisfacción por el físico humano.
Es entendible que ellos viven de su físico ¿se imaginan a Tom Cruise o Brad Pitt calvos y obesos protagonizando películas de acción? Claro que no, nadie compraría boletos para ir a ver sus películas. Los medios de comunicación (programas, de TV, comerciales, etc.) nos venden la imagen de que son personas con vidas envidiables, blancos, altos y con mucho dinero. Todo lo pueden lograr teniendo un físico como el de ellos aunque la realidad (nuestra realidad) no sea nada parecida a lo que vemos.
Es el negocio de la ignorancia: la gente ignora que detrás de esas vidas perfectas y de fábula existen personas insatisfechas con su vida y que muchos de ellos terminan con sus vidas ( como Heath Ledger, Robin Williams y Cory Monteith ) al no poder con la presión social de mantener su status quo.
La cuna de las vanidades es el deseo por aparentar lo que uno no es vanagloriándose de si mismo aunque uno mismo no se quiera tal como es.
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